Cada día que pasa vuelve a ser uno más
que me recuerda al ayer
y es que parece que no pueda salir del pasado.
Pues me sigue chafando los talones
y yo estoy cansada de correr.
Esta monotonía me mata,
creyendo que todo iba bien
volví a caer en el juego de la vida,
agrio juego con principio y sin final.
Hoy creí que podría ganar pero volví la vista atrás
y el pasado me esperaba, ya estaba atrapada.
Y es que siempre vuelvo a tropezar con la misma piedra del camino
pero hoy ya no hacen falta rimas, me aburrí de ellas
del sol y de esa extraña diferencia entre la palabra y su acción.
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